(work in progress)
2023-
“Many women across the globe experience disrespectful, abusive or neglectful treatment during childbirth in facilities.” (World Health Organization, Geneva 2014).
Obstetric violence is one of many recognised forms of violence against women. A high percentage of mothers acknowledge having suffered some type of abuse or humiliating treatment during labour, in cases leading to health problems. Through this project and from the point of view of my own experience giving birth, I would like to help make visible this common practice that is so necessary to talk about openly.
For some women, remembering the moment of childbirth is equivalent to remembering a deeply traumatic event in their lives. Their power to decide whether or not to undergo certain procedures (medical induction, membrane sweeping, episiotomy…) is taken away from them, as is their willingness to listen to their body and move freely when possible. During the process of giving birth, many women are deprived of being active participants of their own moment, putting them in a vulnerable position.
By altering photographs of women taken during the celebration of their children’s birthday, the resulting images become fictional memories which act as reminders of an experience that they try to forget, but that, alike the consequences – physical and psychological – of obstetric violence, remain recorded in their personal history.
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“Muchas mujeres en todo el mundo sufren un trato irrespetuoso, ofensivo o negligente durante el parto en centros de salud.” (Organización Mundial de la Salud, Geneva 2014).
La violencia obstétrica es una de las muchas formas de violencia contra la mujer. Un alto porcentaje de madres reconocen haber sufrido algún tipo de abuso o trato vejatorio en el proceso del parto, llegando en casos a derivar en problemas de salud. A través de este proyecto y desde el punto de vista de mi propia experiencia al dar a luz, quisiera ayudar a visibilizar esta práctica tan habitual y de la que es tan necesario hablar abiertamente.
Para algunas mujeres, recordar el momento del parto equivale a recordar un acontecimiento profundamente traumático en sus vidas. Se les quita el poder de decidir si someterse o no a determinados procedimientos (inducción médica, despegamiento de membranas, episiotomía…), así como su voluntad de escuchar su cuerpo y moverse libremente cuando sea posible. Durante el proceso de dar a luz, muchas mujeres se ven privadas de participar activamente de un momento que es suyo, colocándolas en una posición vulnerable.
Alterando fotografías de mujeres tomadas durante la celebración del cumpleaños de sus hijos, las imágenes resultantes se convierten en recuerdos ficticios que actúan como recordatorios de una experiencia que intentan olvidar, pero que, al igual que las consecuencias –físicas y psicológicas– de la violencia obstétrica, quedan grabadas en su historia personal.










